Manchester: Van der Sar; Evra, Heinze, Brown, O´Shea; Carrick, Fletcher, Scholes; Giggs, Ronaldo y Rooney.
Milán: Dida; Jankulovski, Maldini (Bonera), Nesta, Oddo; Gattuso (Brocchi), Pirlo, Seedorf, Ambrosini; Kaká; y Gilardino (Gourcouff).
El primer partido de semifinales de la Champions ha cumplido las expectativas. Comenzó el Manchester a jugar su fútbol que tan bien acostumbrado tiene a los aficionados ingleses, con un tempranero gol de no se sabe si fue Ronaldo de cabeza o Dida en propia meta. Pero el Milán no se achantó y pronto comenzó a guiar las manijas de su juego ese estupendo futbolista llamado Kaká. Y es que no es extraño que media Europa lo quiera. Y tampoco a Cristiano Ronaldo, que con sus eternas bicicletas deleitó esta noche a Old Trafford y a los afortunados espectadores que vimos el encuentro. Porque éste ha sido uno de esos partidazos que se merece la Champions. Remontó de nuevo Kaká en un contragolpe de antología donde se fue de tres "red devils". Mientras tanto, Seedorf y Pirlo abrían el campo milanista hacia las entrañas inglesas. Terminó la primera parte con el United pidiendo la hora. En la segunda mitad, la lesión de Genaro Gattuso dejó a los rossoneros algo tocados, puesto que no podían contener la avanzadilla inglesa, que cada vez más se hacía el dueño del partido.
En esas llegó de nuevo una jugada colectiva de los reds entre Cristiano, Carrick y Fletcher, que con un toque hacia Scholes consiguió que éste picara el balón, dejando delante del portero a Wayne Rooney, poniendo el balón en el fondo de la portería del brasileño Dida. El gol supuso un pequeño mazazo para el Milán, aunque el esfuerzo inglés poco a poco se iba resquebrajando conforme pasaban los minutos, y veían la victoria como algo cada vez más lejano. Mientras tanto, el Milán jugaba como suele hacerlo: a un ritmo lento y pausado que permitía de vez en cuando alguna "delicatessen" de Kaká o Seedorf, pero que terminaba fuera o en las manos de Edwin Van der Sar. Un último arreón del Manchester -que intentaba con menos fuerzas lograr algún contrataque- supuso un golazo de Rooney en los últimos minutos, tras un pase magistral de Ryan Giggs. Queda un partido de vuelta que se plantea al ataque como el vivido esta noche en el Teatro de los Sueños.
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